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Praxias bucofonatorias.

Colocación correcta de la lengua.

 

Potenciar la tonicidad lingual.

 

La señora lengua está muy cansada. Se va a dormir a su casa. La ayudaremos a colocarse echada sobre el paladar ocupando todo el espacio que queda dentro de la boca. Después, cerramos las puertas de su casa, los dientes y los labios y nos apoyamos sobre la mesa para descansar un ratito. 

Comprobación de la elasticidad lingual.

 

Favorecer la alternativa tensión/relajación lingual.

 

La Señora Lengua se queda en casa. Los dientes son sus guardias. Quieren ver cómo es de blandita. Por eso, sacamos la lengua y los dientes la sujetan un poco. ¡qué blanda!

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